jueves, 23 de diciembre de 2010

La mentira fue la negación de algo, un decir no sé, no me acuerdo, cuando en realidad si constaba esa información en la mente, pero esa información cobarde no quiso salir y la respuesta fue no. Una mentira. Yendo más al fondo, y sin que sirva de excusa, la verdad o esa información sí recordada, no quería desprenderse de los labios para evitar el conflicto. Para evitar conflicto, se dan rodeos, se tapan cosas que no son malas, sólo para evitar problemas... y haciendo eso, cuando sale la verdad a flote porque es como un neumático en el mar, que intentas hundirlo y no puedes, siempre sale a la superficie, con la sensación de haber mentido.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Cerrando etapas

Ya se acerca la hora, siento cómo se va cerrando una etapa, un ciclo de mi vida. Despedirse internamente de todo, gentes, pueblos, lugares, momentos... que quedarán en la memoria.
El tiempo pasa, pasa y pasa sin darnos cuenta. Cumplo un año más, termina un año más y comienza un año nuevo. Y siempre.... con la alegría agridulce de vivir.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Corazón sin linde

Cuando mi abuela, dijo "... corazón sin linde", esas tres palabras juntas, formando una oración, en una conversación que no recuerdo, quedaron fijadas para siempre en mí. Exactamente no sé por qué, son de esas cosas mágicas, palabras que suenan de forma especial en tu alma y ahi se quedan prendidas, dando vueltas. También, la palabra "linde" es una palabra antigua, vieja, que por lo menos yo no utilizo ni escucho demasiado, y que significa "límite, fin o término de algo"... palabra hermosa, poética, que sin remedio llamó mi atención.
Un corazón sin linde, es un corazón sin límites, sin fin, como el de mi abuela. Pero hoy justo soy más consciente de que ese corazón sí tiene límite, que tras exámenes médicos parece que no funciona bien, y que debido a la edad, ya no se puede operar.
El corazón sin linde de mi abuela, siempre ahi, con sus palabras, su ánimo, su buen humor, su capacidad para estar bien y su amor, su amor incondicional hacia mí. Ese corazón parará de latir, como el de todos algún día. No quiero que ese corazón deje de latir sin poder volver a mirar a los ojos a ese corazón ejemplar, no quiero quedarme sin coger tu mano, sin tocar tu pelo. Ojalá, que los dioses me concedan volver a verte. Ojalá. Si  no fuera así, ten por seguro abuela, que tu corazón seguirá sin linde mientras lata el mío.