miércoles, 20 de octubre de 2010

Silencio

Mi casa en silencio, necesito silencio, calma y soledad. Entrar en mí, mirarme por dentro, escuchar los latidos de mi corazón y recuperar el ritmo vital, sentir que la energía vuelve a mi cuerpo, como centellitas de luz que me embriaguen de nuevo. Silencio, y viene a mi esa escena de la pelicula "El Piano" cuando la protagonista desea dejarse arrastrar al profundo océano y ata su pie al piano que violentamente tira de ella cuando lo lanzan sin contemplaciones al mar, con una fuerza que la hunde de forma descomunal y poética en el oscuro mar y que sólo, en un instante crucial, vence su voluntad. En este instante crucial decido desatar mi pie de esa cuerda y emerger a la superficie, volver a llenar con furia de oxígeno mis pulmones y respirar, respirar con fuerza la vida.

viernes, 15 de octubre de 2010

El viaje inesperado

Una falta. Varios días. Desespero y el viaje inesperado, cierto, doloroso, que pase cuanto antes, que ya pasó, que no hay remedio, que duele, que crece,  qué desespero... El viaje a la clínica, una cuestión ilegal, una opción que debería ser libre y gratuita, es consciente, meditada y pagada. Cerrar los ojos, apretar los dientes, pedir perdón y adelante. Una falta. Un fallo, un accidente, y una pérdida para siempre. El cuerpo dolorido, el corazón, pese a todo, dolorido. Liberación ... y esa tristeza.