lunes, 28 de noviembre de 2011

Silencio

El silencio, ayuda. No saber nada de ti, me ayuda. Te pienso, te echo de menos, al menos echo de menos mi vida contigo, conjurando esta soledad tan terca, embadurnándola de esperas y siempre ahi...
Tu silencio, me ayuda. Tu silencio, me asalta, lloro, me ahogo y pienso, que ahora lo mejor es tu silencio.
Será un silencio mientras tanto, nunca definitivo... un silencio elegido, pero no por ello menos doloroso.
Silenciada tu risa, tu vida, tu alegría, tu amor y los recuerdos. Pese al silencio, pienso en ti, te recuerdo y lloro.
Silenciosas lágrimas, lágrimas de silencio.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

En carne viva....

Dice una canción del gran Raphael algo así como: "que tengo el corazón, en carne vivaaaaaaaa..."
Pues así me siento yo, en carne viva. A veces me veo a mi misma como un barco, que está haciendo agua, que tiene muchos agujeros y que no atino a taparlos todos a un tiempo y siento, siento cómo lentamente se va hundiendo; menos mal que al menos sé nadar.
En carne viva, porque somos aliento o alma o aire dentro de nuestra carne, que nos mantiene en la tierra, el cuerpo, que duele, que vibra, que suda, que sangra. Somos cuerpo, y mente o alma o psique...
Me duele la carne, pero en el fondo me duele el corazón, que es carne palpitante y alma, y que, daño tras daño, se ha quedado así, en carne viva.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Song for a blue heart - Descansa en paz

Me siento azul, más bien azul oscuro casi negro, o más bien, tal vez, gris.
Ya te has marchado, generosa hasta el último segundo, me has esperado para poder despedirme de ti, me has regalado tu postrero aliento. Siempre generosa, siempre inmejorable conmigo.
Me siento gris, pero cuando puedo quitar todas estas telarañas de tristeza que se ciernen sobre mi como un pesado velo, te pienso y sé que la vida es bella, que pese a todo hay que sacar fuerzas, que todo es más fácil con una sonrisa, que con empeño y voluntad todo sale adelante, que la vida sigue... pero  hoy, hoy me cuesta más que nunca.

lunes, 14 de noviembre de 2011

... ...

En esa habitación 676 estás ahora. Tu pequeño cuerpo, acurrucado, sedado, con oxígeno y un poco de suero. Tus piernas, vendadas. Tus manos, moradas. Tu boca abierta, y tu pecho sube y baja, sigues respirando.
Cuando te vayas se irá contigo una parte muy grande de mi vida, cuando te vayas añoraré el amor más puro, desinteresado y sincero, cuando te vayas vivirás en mí todos los años que yo aún viva.
Tu cuerpo está cansado, tu mente, con tantas medicinas, no sé dónde estará. En pequeños momentos de consciencia, llamas a tu madre y le pides que te lleve con ella... agonizas, estoy a tu lado, sujetando las lágrimas, no sé si sabes que estoy a tu vera... hasta que en un momento cuando tengo cogida tu mano, tu la estrechas entre las tuyas y la llevas a tu boca para darle un beso. Gracias, abuela, por ese gesto casi último. Por mucho que sepamos que la muerte es parte de la vida, nunca, nunca se está preparado para una pérdida, aunque yo desee tu descanso, porque ya tienes 88 años, tu cuerpo está gastado y cansado, sin cura, y porque además sabes de todo y sufres. Es ley de vida, dicen.
Quiero que descanses ya. Incluso trato de hablar con algún dios para que escuche mi petición, quiero que descanses, no quiero que sufras más, quiero que te duermas, que tengas un sueño precioso, que respires profundo y que dejes esa habitación y vueles muy alto, o salgas corriendo, o des saltos.
Te quiero, y siempre voy a tenerte en mi corazón sin linde.

martes, 8 de noviembre de 2011

Pasará

Pasará este dolor hondo, que trato de engañar pensando en otras cosas, que mitigo poco a poco echando mano de los malos recuerdos. Pasará el pensar en ti, el echarte de menos, el preguntarme dónde estarás y qué estarás haciendo ahora, si ya anidó en tu pecho otra ilusión, si ya tus manos acariciaron otro cuerpo... Pasará esta nostalgia tonta, pasará el llorar inevitable cuando veo fotos, pasará, pasará, todo pasará...
Sí, espero que pase, espero que el invierno me hiele hasta la savia, espero que mis ramas se queden sin hojas, para así, volver a nacer en primavera, poco a poco, con el crecer de los días.
Pasará, sé que pasará, pero entre tanto.... duele.

viernes, 4 de noviembre de 2011

en menos de un minuto

Todo puede cambiar en menos de un minuto, en un segundo, en un instante. Una llamada para decirte que te quieren entrevistar para ese trabajo que deseas, para comunicarte con dolor que la abuela ya descansa en paz, un email de alguien lejano que te da un pequeño vuelco al corazón, una mirada, un buen libro, una noticia, un olor.... todo puede cambiar en menos de un minuto y también, todo puede perpetuar en su estado casi para siempre.
En menos de un minuto la palabra precisa para dañar un corazón, en menos de un minuto la palabra que dice no, en menos de un minuto, una rosa; en menos de un minuto, una risa, un llanto, una bomba, un cataclismo o que florezca una flor. En menos de un minuto un copo de nieve o tu abrazo. En menos de un minuto opresión  y libertad, en menos de un minuto vuelvo a tomar las riendas de mi vida o a postergar la toma de decisiones. En menos de un minuto te echo de menos varias veces. En menos de un  minuto respiro y me siento libre.
Tantas cosas.... en menos de un minuto.