lunes, 30 de enero de 2012

Un acercamiento al significado de "amiga/o"


Leyendo en estos días el libro "Mujeres malqueridas" de Manuela Michelena, he rescatado por bonito, descriptivo y cierto, este trocito sobre el papel fundamental de las amigas/os en la vida de una persona. La importancia de las amigas/os es muy importante, multifacética, esencial.... pero en el caso que ocupa este libro, que trata sobre las relaciones en las que la pareja nos mal quiere, cobra un significado vital. Ahí va:

Para merecer el título de amiga, hay que estar allí, como si no se tuviera otra cosa que hacer que esperar por el parte de la climatología emocional de la amiga: borrascas, sol radiante, marejadas, nubosidad variable y ¡el tsunami! Después del tsunami las amigas son especialmente necesarias para encontrar uno por uno los pedazos de ella, que quedaron esparcidos por la orilla, y han de guardarlos con cariño hasta que puedan reconstruirla. Las amigas restauran, remiendan con hilos de su piel, con los hilos que sobraron de la última vez que otra amiga las recompuso a ellas. Las amigas zurcen los pedacitos, llevan de la mano, dan de comer y enseñan otra vez a caminar. Las amigas prometen un futuro mejor, ese que según ellas su amiga merece. Y así una vez y otra vez, a pesar de que, cuando la convalecencia parece encaminada, toda filigrana se va al traste. Con  una sola llamada de teléfono, con sólo escuchar la voz de Adán, la artesanía emocional que la amiga ha bordado se desbarata.

¡Y hay que saber moverse en ese nuevo escenario! Porque después de la reconciliación, las amigas son testigos incómodos. Las agujas de remendar y el hilo de zurcir todavía caliente entre las manos de la amiga, recuerdan a la enamorada el dolor de ayer y ella sólo quiere saber de la dicha de hoy. Ella sólo pide ser feliz junto a ese hombre extraordinario que la quiere tanto y que tanto la hizo sufrir sin querer. Lo que pasa es que sus amigas no lo conocen como ella y por eso no lo entienden. En momentos como estos las amigas se transforman en el enemigo de la felicidad de la pareja. Hay que evitarlas, mantenerlas alejadas para que no estropeen la imagen idílica de esa supuesta unión feliz.

Esto es así en todas las relaciones, con los buenos y los malos amores, con las amigas a las que sus parejas quieren bien y con las malqueridas. Pero cuando las cosas no van bien, las amigas se convierten en el mensajero inoportuno, portador de un mensaje que no se quiere escuchar.

La malquerida desaparece, se evapora, se avergüenza de haber caído por enésima vez. Le da pudor incluso con las amigas más cercanas y se encierra en su búnquer de dolor, porque ella es la única que sabe que la felicidad verdadera está por llegar. Oculta a las amigas las “buenas nuevas”, la llamada que esta mañana le hizo dios directamente a su teléfono móvil, y el encuentro apasionado, desesperado,que tuvieron anoche. ¡No hay duda: es dios! Y así, hasta la próxima…

Regresará, desgraciadamente más tarde o más temprano, la amiga regresará abochornada, lastimada, malquerida,  más malquerida que nunca, amoratada de angustia. Vendrá buscando un refugio, la madriguera de un café por la tarde, un desayuno o una copa. Entonces las amigas se convertirán en sábanas capaces de secar todo su llanto, en esparadrapos para vendar, para vengar su desconsuelo.

La amiga observadora ha escuchado la historia cien veces, la misma historia, con el mismo final previsible de la otra vez y la vuelve a escuchar como si fuera nueva o diferente. La amiga lo piensa, pero casi nunca dice aquello de: “lo sabía, te lo dije, ¿qué esperabas’, se veía venir…”. Da igual lo que la amiga diga o lo que se calle, lo importante es que está allí. Y ésa es la función de una amiga, estar allí.


miércoles, 18 de enero de 2012

Volver a empezar


Nadie dijo que fuera fácil volver a empezar. Volver a empezar. Una oportunidad nueva que exige fuerzas, paciencia y una enorme voluntad. Volver a empezar es el inicio, indica que algo ha terminado, que ya no es, quizá un periodo vital, quizá una ilusión, quizá una esperanza... construir todo de nuevo, quedarse con lo aprendido, asimilar lo negativo, y volver a empezar. Volver a empezar como empieza la primavera después del frío invierno, como salen con fuerza de la tierra dura los pequeños brotes verdes de las plantas. Sí, no es fácil volver a empezar, pero al menos, es una luz, una esperanza en un horizonte oscuro, es una posibilidad, es una semilla... Nunca es tarde para volver a empezar, ni para volver a soñar... eso sí, es necesario coger fuerzas, llenarse de optimismo y energías. Y efectivamente, nadie dijo nunca que eso fuera fácil.

lunes, 16 de enero de 2012

Niñas de hojalata

Este es el nombre de un documental que, por casualidad, vi anoche en la dos o en el canal 24 horas de noticias de Tve, no recuerdo bien. Es un documental del año 2003 dirigido por Miguel Bardem (sí, primo de Javier Bardem). Este reportaje da voz, imagen y visibilidad a una situación terrible: la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Esto sucede en todo el mundo prácticamente; en este documental se centran en una parte del mundo, en Nepal e India. Las niñas de hojalata son niñas y adolescentes de Nepal, que mediante el engaño y las falsas promesas de un trabajo que pueda ayudar a sacar a sus familias adelante (familias muy pobres e ignorantes, de muchos miembros, con mucha hambre), son llevadas a prostíbulos de grandes ciudades de la India y convertidas en esclavas sexuales.

Sí, la esclavitud no ha terminado; el patriarcado, tampoco, y tampoco los hombres que pagan dinero a cambio de sexo, de humillar y de maltratar a niñas y mujeres, ni las personas que regentan prostíbulos y que se lucran de forma impúdica, grosera e indigna del abuso del cuerpo (y del alma) de otros seres humanos.

Esta realidad es muy compleja, tiene muchas y diversas causas, pero siempre están los mismos protagonistas. Los más débiles: mujeres y niños; las condiciones necesarias: pobreza, nula educación, sistemas religiosos que sostienen formas de ver el mundo terribles (como el sistema de castas) y legitiman y mantienen desigualdades y abusos; política: corrupción, inexistencia de normas que regulen las migraciones y el trabajo; derechos: no hay, y si los hay son papeles mojados sobre los que todos se mean y no importa; valores: el dis-valor de ser mujer, el valor de tener y no de ser; poder: el del sucio dinero, dinero sucio obsceno ganado con abuso y explotación y degradación de los otros. ¿y nuestro dinero, el de nuestras sociedades, de dónde y cómo viene?...... reflexionemos.

Y aquí, ¿qué pasa? aquí, en esta pequeña parte del mundo que controla los recursos del resto del mundo, ¿qué hay en las cabezas, qué hay en los "día a día"? ¿cuál es la verdadera crisis? Y no digo que los problemas de cada uno no son legítimos, no digo que no tenemos derecho a quejarnos si comparamos con otras quejas u otro tipo de problemas. Joder, y esto no es nuevo, niños que pican piedra, niños que pasan horas solos frente a la pantalla con un videojuego. Mujeres que sólo desean morir para volver a reencarnarse porque esta vida las ha mancillado hasta el extremo, y mujeres que viven deprimidas, pensando que no tienen opciones, con pastillas para dormir. Hombres, tristes hombres, que aquí y allí, pagan, trafican, comercian con el cuerpo de otros o se van detrás de un seto en un parque un domingo a las 11 de la mañana, con 5 grados, a bajarse el pantalón y masturbarse, mientras te gritan improperios obscenos, como nos pasó el domingo pasado.

¿Qué pasa, qué cojones pasa? Y en todo el documental, esa impotencia-rabia-tristeza y lo mejor (siempre, siempre hay algo bueno) las asociaciones y las personas que están haciendo, están pensando, están queriendo ayudar y terminar con esa situación, que tratan de dar algo de esperanza a las niñas de hojalata.

Por unos momentos, por un rato, debemos levantar la vista de nuestros ombligos, mirar, sentir y actuar.

http://innerlens.com/Ninas_de_Hojalata.html

jueves, 12 de enero de 2012

Una canción, "Run" de Amy Mcdonald

Ayer recordé, de repente, esta canción, que me emocionó mucho y que está ligada a un bonito recuerdo de mi pasado reciente. Evoqué la letra y la música en mi mente y volví a sentir que esta canción me da justamente ganas de correr (que no de salir corriendo) y de comerme el mundo! 



RUN

Will you tell me when your lines are fading?

Cos I can’t see

I can’t see no more


Will you tell me when the song stops playing?

Cos I can’t hear

I can’t hear no more


She said “I don’t know what you’re living for”

She said “I don’t know what you’re living for at all”

He said “I don’t know what you’re living for”

He said “I don’t know what you’re living for at all”



But I will run until my feet no longer run no more

And I will kiss until my lips no longer feel no more

And I will laugh until my heart it aches

And I will love until my heart it breaks

And I will love until there’s nothing more to live for


Will you tell me when the fighting’s over?

Cos I can’t take

I can’t take no more


Will you tell me the day is done?

Cos I can’t run

I can’t run no more


She said “I don’t know what you did it for”

She said “I don’t know what you did it for at all”

He said “I don’t know what you did it for”

He said “I don’t know what you did it for at all”


But I will run until my feet no longer run no more

And I will kiss until my lips no longer feel no more

And I will laugh until my heart it aches

And I will love until my heart it breaks

And I will love until there’s nothing more to live for


And I will laugh until my heart it aches

And I will love until my heart it breaks

And I will love until there’s nothing more to live for




http://www.youtube.com/watch?v=i8as5Ic_3QI

lunes, 2 de enero de 2012

Primer lunes del año nuevo

Primer lunes del año nuevo, primero de los muchos y muchos que vendrán. Y se ha acabado el roscón, ¡bendito roscón de Reyes y bendita falda que me abrocha con dificultad! como alguien diría: "que todos los males sean esos". Después de estos días, poco a poco va volviendo todo a la normalidad. Desde que llegó Papa Noel en su trineo queriendo asaltar las ventanas de la gente, los Reyes Magos de Oriente se han visto desplazados, aunque el día 6 de enero siga estando rojo en el calendario, ya no es lo que era.

Pese al desaliento y la crisis, los problemas económicos y vitales (ambos muchas veces conectados, que no siempre) no hemos perdido el ánimo para festejar el año nuevo, en el fondo, simboliza una nueva oportunidad para crecer, para aprovechar lo aprendido, para soñar y hacer esas ilusiones realidad, para ser mejores con nosotros mismos y con los demás. La pena es que este aliento que se recoge con el fin de año, se va perdiendo, va aflojando con el paso de los meses, olvidándonos de que cada día nuevo merece ser vivido con la intensidad y las ganas que le ponemos al año nuevo, que cada día nuevo ha de ser vivido como si fuera el último, con sentido, con alegría, bonito.


Hoy he vuelto a llorar, y es normal, pasarán muchos días, muchas lunas hasta que pueda dejar de hacerlo, pero no me importa, ahora comprendo que es parte del sentir, que lo importante es no dejar que el llanto te ahogue. Somos humanos, sentimos; si no sintiéramos, estaríamos muertos.