jueves, 20 de septiembre de 2012

un año después...

 un año después de aquella despedida en lágrimas de aeropuerto
un año después he cambiado la cordillera andina por los bosques de selva camerunesa
un año después vuelvo a llevar las riendas de mi vida, a pilotar mi nave, a surcar los mares con mi velero

un año después y ya eres sueños, recuerdos, pasado
un año después he crecido, aprendido y muerto un poco
y pese a todo, o gracias a todo, la sonrisa aún ...continúa intacta

miércoles, 19 de septiembre de 2012

mujer diurna

definitivamente me he convertido en una mujer diurna...
hace tiempo ya un amigo griego me dijo que mi momento del día era el amanecer, que era justo en ese momento, y no en otro, cuando estaba radiante... y yo entonces no lo creía así...
ahora lo sé... ultimamente madrugo sin problema, me levanto llena de energía, animada, con las claras del día, no tengo pereza, danzando con el alba...
definitivamente... me he convertido en una mujer diurna.

lunes, 17 de septiembre de 2012

En misa

La misa católica en Sangmelima, en una de las iglesias rurales, fue un evento multitudinario. Diez de la mañana, comienzo a la camerunesa, es decir, bastante tiempo más tarde. Entre tanto, la coral, canta, baila, y ameniza la llegada de los fieles. Son las diez de la mañana y ya hace calor, una humedad tremenda y pienso, que otra vez me he olvidado el abanico en casa. Pasadas las diez y media, llegan monaguillos y monaguillas, todo el mundo de pie, llega el cura, bueno, varios curas y sacerdotes, y ayudantes y gente colindante con lo religioso, aumenta la gente, aumenta el calor, aumenta el sudor, aumenta el olor.. me pregunto qué hago aquí, mi curiosidad, respondo, y que es de lo más interesante que de momento puedo hacer un domingo.
De pie, otra vez sentados, otra vez de pie. El cura va hablando en francés y en bulu, la lengua autóctona de estas tierras, los fieles se ríen o aplauden, hacen fila para dar dinero, por turnos, primero los niños y los jóvenes, luego las mujeres, luego los hombres... observo que apenas hay personas mayores, aquí la esperanza de vida es de apenas 50 años. Otra vez de pie, otra vez sentados,,, los bancos son muy bajitos, mis rodillas están rozando la espalda del señor de delante, igual que a mí un niño inquieto me tira de la camisa. Muchos, muchos niños, vestidos de domingo, con sus mejores galas, unos más limpios que otros, unos que duermen, otros que lloran y todos bailan, tienen el ritmo dentro. Ya ha pasado una hora de misa, pero continúa, empieza a llover, por unos momentos parece que dejo de sudar, pero la humedad vuelve intensa. Ahora a darse la paz, ahora la cola para recibir la ostia sagrada. Yo todo lo voy observando, solamente mis compañeras y yo, las únicas tres blancas de la iglesia, y encima dos, no creyentes. Arriba, abajo, creo que esto de levantarse y sentarse es para que la gente no se duerma durante la misa. Mi pituitaria no se acostumbra a los olores fuertes a sudor y humanidad, pero aguanto el tipo, me levanto, me siento, observo y echo en falta mi abanico. Mis pies y mi cuerpo se mueve al ritmo de los cantos y la música, no entiendo apenas nada, pero la misa es alegre. Dos horas largas de misa, parece que va concluyendo, el cura aprovecha y da los comunicados y las nuevas nuevas a la comunidad. Otra vez de pie, otra vez sentados. Coro final. Música. Cómo ansío salir a la calle y respirar.

Respiro y pienso hasta qué punto la religión consuela o ayuda a la gente cuando lo más necesario no se da, cuando no hay justicia, cuando hay miseria.

Mirada en Camerún

Caminos y miradas. Los caminos aquí son de tierra roja, tierra profunda, espesa, tierra que tiñe... y las miradas son diversas, son de curiosidad, son de rechazo, son de interés, son de amistad; la mirada de los niños es pura y triste, y mi mirada está constantemente cambiando.

Me debato entre la rabia y las ganas de llorar, entre el júbilo y la sorpresa, entre la incredulidad y la admiración, como en una montaña rusa, subo y bajo, camino y vuelo...

Hay muchas formas de vida, igual que hay muchas formas de no vida... torbellino de juicios rápidos, eso es lo más fácil: juzgar otras formas de vida, otros haceres... pero sí que hay cosas básicas que no deben escapar a la universalidad, como la salud, la educación, cosas que atañen a la dignidad, entendida como respeto al ser humano, como derecho a que pueda desplegar todas sus potencialidades en sus muchas y diversas formas, pero sin alimento para el cuerpo y sin alimento para la mente, eso es muy difícil.

La mirada nunca está vacía, nunca es neutral, nunca es objetiva, viene de un antes y tiene en mente un después, y por el camino se va transformando. Mi mirada sobre las cosas también, mi mirada de ayer no es ya la de hoy, igual que ningún atardecer puede ser igual.







¿Cómo definir esta nueva multitud de percepciones, de colores, de sonidos, olores, de formas de vida? ¿Cómo comenzar? quizá la primera palabra sea la sorpresa, entendida como maravilla o desastre, el contraste, la diferencia, la unidad, la vida.... sorpresa, sorpresa... y mezcla de rabia-tristeza-cabreo-incredulidad-tristeza....