domingo, 24 de noviembre de 2013

Las chefferies

Antes de la colonización del África subsahariana, existían monarquías locales, pequeños reinos en los pueblos, que posteriormente se han denominado "chefferie", porque en estos micro estados había un jefe o chef.  En el oeste de Camerún todavía quedan estas chefferies tradicionales, que tienen poder y autoridad y que se coordinan y reparten competencias con las estructuras gubernamentales venidas más tarde con la colonia. En esta miscelánea de tradiciones, las chefferies siguen estando muy vigentes hoy en día y son muy respetadas por la gente. No se da un paso sin contar con el acuerdo del chef.
                                         
 
        Chefferie de Baleng


Chefferie de Bamenjou


    
                                                                                        Chefferie de Bandjoun                                                                                                                                                                          




La semana pasada nos invitaron a la fiesta de celebración del centenario del asentamiento del grupo Ti, en Bati, donde fundaron el pueblo actual, que sigue conservando su chefferie, su majestad y toda la estructura tradicional. Fuimos invitadas de honor, el rey o jefe actual nos recibió amablemente, para ellos era un honor tenernos de invitadas en la fiesta. Vimos los espectáculos y ritos conmemorativos del centenario, comimos con el jefe y finalmente tuvo el bonito detalle de hacernos unos regalos. Chez nous, chez vous. 

Para mi mente de mujer española nacida en el siglo XX, es difícil entender muchas cosas. Entre ellas la forma de vida que se lleva en las chefferies antes y ahora. En la chefferie de Baleng el rey tiene 42 años, hace un año que murió su padre, el anterior chef, y le eligió a él para que le sucediera. Esta elección la hace el chef entre todos sus hijos varones, y parece ser, que se basa en unos signos concretos para elegirle, y el elegido, no se puede negar. El chef actual heredó todo el poder, las posesiones y todas las mujeres de su padre, excepto la mujer que lo parió, su madre, que fue sacada de la concesión para vivir en otro lugar. Este hombre, que toca lo divino, tiene 38 mujeres, con las que tiene el amable, dicen, deber y obligación de acostarse y querer. Cada esposa tiene una casita, donde vive con sus hijos, y no sé de qué forma, se van turnando para entrar cuando les toca por una puerta lateral a los aposentos del chef. Es un honor ser una de las mujeres del chef, es un honor tener tantos hijos como seas capaz. Las mujeres que vimos ayer en la chefferie de Baleng, eran ya mujeres mayores, eran las esposas del anterior chef, que ha heredado el actual. Cuando el chef es elegido, se va al bosque secreto, un lugar místico y especial, con los notables y demás personas iniciadas, durante 9 semanas para aprender todos los detalles de ser jefe, pasar por los ritos sagrados y no puede salir de allí hasta que no deja embarazada a una mujer.

Entrada al bosque secreto de la chefferie de Baleng
Este bosque tiene prohibido el paso a cualquier persona ajena y no iniciada en estos asuntos. El bosque y la chefferie están guardadas por los totems, que según he entendido, son animales que comparten el espíritu con el chef y le protegen; el chef adquiere la fortaleza y cualidades de la pantera, la serpiente o el león, y de igual forma, si al animal le pasa algo o muere, lo mismo le pasa al chef. Es como que comparten la misma sustancia vital y suerte, para lo bueno y para lo malo. 

La poligamia es aceptada en Camerún, es una práctica legal y bastante habitual, de hecho, cuando te casas, puedes firmar un acta de matrimonio monógama o polígama. Claro está, la idea al revés, la idea de la poliandria a nadie le hace gracia. Muchos hombres nacidos de familias polígamas rechazan la idea de serlo, porque cuentan que no fueron felices su familia polígama: rencillas entre las varias mujeres del padre, poco tiempo del padre para atender a tantísimos hijos... 

Tradiciones, costumbres, formas de vida distintas a las nuestras. ¿Mejores, peores? Finalmente, tal vez, cada uno sea hijo e hija de lo vivido, y lo que está claro es que depende mucho de donde te haya tocado nacer, para ver las cosas de una forma u otra. 



sábado, 23 de noviembre de 2013


Hoy hemos ido a visitar las cataratas de Ekom Nkam, cerca de Nkongsamba. Al final de la estación de lluvias, hemos podido apreciar esta maravilla, que cuando llega la estación seca, cambia, de forma que la catarata de la izquierda desaparece. El guía nos contaba, que la catarata de la derecha es el hombre, masculina, y que la de la izquierda es la mujer, la femenina. Y, cómo no, le he preguntado el porqué. Su respuesta ha sido que la catarata de la derecha es más grande y corresponde al hombre, porque es el más fuerte. Le he rebatido su respuesta, haciéndole dudar tal vez un poco, y finalmente me ha dado la peregrina respuesta de que como la catarata de la izquierda desaparece en la estación seca, se asimila a la mujer porque cuando en la pareja camerunesa hay problemas, es ella siempre la que se va, la que abandona el hogar y se va con sus padres, en fin, desaparece como la catarata cuando no llueve.

También le he preguntado al guía si era de allí, y como me ha respondido que sí, no he podido evitar preguntarle si él estaba allí cuando en 1982 se rodó la película protagonizada por Christopher Lambert, Greystocke: la leyenda de Tarzán. Me dijo que sí, que tenía 12 años, y preguntándole me he enterado de que todo este equipo holliwoodense se alojaba en el pueblo, a 9 km de allí, y que estuvieron yendo y viniendo en grandes coches a las cataratas durante los dos meses que duró el rodaje. Recuerda que esta gente no dejó prácticamente nada, que si ese rodaje hubiera sido en estos días, les hubieran cobrado por su uso, como hacen ahora con los turistas que llegan, para que la comunidad mantenga bien el lugar.

Las cataratas son impresionantes, 80 m de caída de agua casi acaramelada, bosque selva en el horizonte, a los lados, verde, verde y nube, mosquitos y mariposas, calma y vapor blanco de agua que asciende deshaciéndose en forma de gotas. Precioso espectáculo. Me siento muy afortunada.

lunes, 11 de noviembre de 2013




Protesta de hambre, Edilberto Mérida.
Hoy he recordado a aquel artista. Cuando vivía en Cusco y daba clases de español a extranjeros, una de las actividades culturales que les hacíamos, era visitar un pequeño museo en la ciudad de un escultor cusqueño de este siglo muy interesante, Edilberto Mérida. Su gran obra custodiada por su hija, también escultura, era sobrecogedora: esculturas de barro, tanto de escenas religiosas como del pueblo, mostrando la dureza de la vida de la gente pobre, de la gente de campo. Esculturas de manos y pies grandes, porque quería mostrar cómo el hombre y la mujer destrozan y deforman su cuerpo con el duro trabajo y el hambre, arte desgarrador, arte de protesta y denuncia. En este "expresionismo indio" como se ha denominado, me llamó la atención las grandes manos y pies de los personajes que retrataba. En aquel momento pensé en las grandes manos de mi abuelo materno, que trabajó y trabajó el campo como una mula.

Hoy he pensado en uno de los niños a los que se estamos haciendo revisiones pediátricas este mes. Era un niño de 6 a 7 años con los pies deformados, sin apenas uñas, pies sucios, más que sucios, comidos por la tierra, por vivir sobre la tierra, andar sobre la tierra, correr y vivir pegado a la tierra. Un niño con los pies hinchados, llenos de cicatrices y costras, piel vieja en cuerpo nuevo. Descuido, falta de higiene, falta de oportunidades, miseria, pobreza, cuerpo ajado.

Unos pies grandes, secos y duros como raíces. Una piel como corteza de árbol. La tierra roja es piel rugosa. El cuerpo, como el alma, se moldea a base del cincel y el martillo de la vida. Y la vida, no es igual en todas partes.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La voz cristalina y aguda de María Callas está tocando con sus dedos sutiles mis emociones aterciopeladas, que hoy domingo están a flor de piel. No importa si es el aria Un Bel di vedremo de Madame Butterfly o es O mio babbino caro... no importa si es alguna parte de Samson et Dalila... no importa, ya me ha tocado.

Tostadas con compota de manzana y de higos hecha por mi madre, que me he traído en botecitos pequeños. El viento sopla fuera. Espero la hora del eclipse. 

Una capa dorada como de miel, así me imagino la forma en la que se están cubriendo mis emociones, no sé si es el brillo dorado de la suma de decepciones o es el barniz luminoso de la verdad. Sólo me falta un paso, para que por ahí resbalen los pensamientos de ingenua espera. Es un trampolín para disfrutar del ahora, para tomar consciencia, es un alimento para la niña y una capa mágica para la adulta.

Esta voz de María me está tocando, ya me ha tocado con sus dedos sutiles. Suena la Traviata
Sempre libera degg'io oh oh oh ohhhhhhhh....

viernes, 1 de noviembre de 2013

Tarde de muertos

Hoy es 1 de noviembre, ese día que en nuestro mundo llamado "occidental" se celebra cada vez más masivamente, disfrazándose de monstruos o personajes terroríficos para dar miedo o exorcizar al miedo, ir a una fiesta, o también se celebra, más tradicionalmente, yendo a los cementerios a llevar flores, y llorar o recordar u honrar a los muertos. Y me pregunto ¿por qué este día de celebración de origen tal vez celta, tradicionalmente, se ha hecho el 1 de noviembre? ¿qué tiene este día o este momento del año, para que la línea entre la vida y la muerte, mejor dicho, entre los muertos y los vivos, sea más delgada? Ni idea. Pero algo habrá seguramente.

Aquí en Camerún este día no se celebra, ni siquiera ha llegado en forma de Halloween de brujas y monstruos y disfraces y fiestas. Menos mal. La muerte se vive de otra forma, y parece ser que no existe un día exacto para pensar en ello o celebrarlo. Aquí he estado más cerca de la muerte que nunca en mi vida, y aquí valoro lo que es tener más de 30 años y todavía conservar vivos y en buena salud a mis padres y a la mayor parte de mi familia. Aquí a casi todas las familias les faltan varios miembros, hijos, hermanos, primos... todos los días, imprevisiblemente muere algún ser querido, algún conocido o vecino. Y claro que todos tenemos que morir algún día, pero sin duda hay lugares en los que la vida parece que tienen menos valor que en otros; así es, por mucho que duela esta injusticia atroz.

Esta tarde de muertos, quiero dedicarla a las personas queridas, que he conocido y que ya no están aquí, y que tal vez, como vulgarmente se dice, "han pasado a mejor vida", aunque los que estamos aquí ninguno queremos en realidad irnos, por muy buena que la otra vida pueda ser. Y aunque comparado con lo que se vive en estas tierras, no he vivido muchas muertes cercanas y dolorosas, recuerdo a mis abuelos y a mi abuela especialmente, todos cercanos, todos me aportaron algo, me hicieron crecer y su recuerdo embellece mi vida. A donde quiera que estén, que sepan que les quiero, y que vivirán en mí mientras yo lo haga.

Feliz tarde de muertos.