jueves, 28 de marzo de 2013

La sonrisa

Mama Chantall trabaja limpiando el hospital. Es una mujer esbelta, alta, delgada, preciosa, de mediana edad. Tiene varios hijos, y un marido que la quiere mal. Mama Chantall trabaja incansablemente, limpia una y otra vez el barro que la gente arrastra en los zapatos cuando llueve y la entrada al hospital está anegada de barro; limpia la sangre de los partos; limpia la suciedad y limpiando quizá también limpie su tristeza. Limpia una y otra vez, sin descanso, sin quejarse. Siempre tiene una palabra amable, un abrazo y una sonrisa, una sonrisa que trata de no mostrar tapándola con una mano, o sonriendo a medias, o girando el rostro.

La sonrisa de mama Chantall no estaba completa, le faltaban, como a muchísima gente por aqui, varios dientes, pero no de los del fondo, sino de los de delante, de los que se ven, de los que te avergüenzan al sonreir, de los que te acomplejan y te quitan confianza, de los que te afean y producen la burla de los demás.

Estoy feliz. No tan feliz como ella, por supuesto, pero mucho, mucho. Con la campaña de voluntarios dentistas que han venido un par de semanas al hospital, también ha llegado su sonrisa. Ha llegado en forma de prótesis dental. Los dentintas han comenzado con mucho entusiasmo y voluntad, pese a las limitaciones del terreno, con la instauración de un pequeño taller para hacer prótesis dentales sencillas. La primera que han hecho, ha sido para mama Chantall, y desde ayer su vida ha cambiado. 

Esa sonrisa, que la hace incluso más bella, va perdiendo timidez y aparece, amplia, en su rostro.

Y ahora, con su sonrisa contagia su entusiasmo, su agradecimiento infinito, y alimenta mi felicidad. Cuando la sonrío, ahora me duelve una sonrisa llena de confianza y alegría. Realmente a veces ni nos imaginamos con qué poco, o que con no tanto, puede cambiar absolutamente la vida de una persona. Y tampoco, tampoco nunca había pensado en qué importantes son los dientes, en que dan forma a la sonrisa en la boca, la boca que agradece, que besa, que mastica y muerde, y que, sobre todo, sonríe.

No quiero terminar sin quitarme el sombrero por los artesanos de las prótesis, hermoso trabajo que cambia a mejor la vida de la gente.

martes, 26 de marzo de 2013

El perro del hortelano

Quiero desentrañar este sentimiento que últimamente me inunda, aparece y desaparece, coge fuerza y se difumina, o se crece y hasta casi me hace hablar. Primero fue un tal vez, luego fue un no, luego fue un no rotundo, después comenza el interés, y es un juego como el del gato y el ratón en el que se intercambian los papeles. También podemos definirlo como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Cuando estaba a mi alcance, dije que no; ahora que ha perdido su interés en mi tras recharzarle, ahora que éste interés en mi persona se ha desplazado a otra persona ... ahora parece que comienza a interesarme. Paradójico, tremendo, pero cierto. Y no sé si es verdadero interés o que justamente cuando ya no le intereso, me interesa, justo ahora y no antes. ¿Qué es lo que me interesa, su interés me interesa, me interesa que esté detrás de mi? ¿Y si me gusta, y ahora, ahora es demasiado tarde? ¿O es un capricho de niña mimada, que reacciona cuando ya no la hacen caso? ¿Y si me interesa ahora, por qué no hago nada, temo que me paguen con la misma moneda, con un NO rotundo, sin fisuras?

¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿??¿?

Qué complejo o qué simple es el ser humano.  Si fue no, ¿qué ha cambiado para que ahora quisiera ser un sí, ahora cuando ha pasado el tiempo...? Solución, me digo, dejar el agua correr y desapasionarme, aceptar lo decidido, que si se decidió así fue por algo.

Difícil el ser humano, contradictorio y perro, muy perro.


Océano, abrázame





Sentí que quería perderme en sus brazos, desaparecer casi del todo, sentir que mi cuerpo no pesa, sentir el agua densa y salada del océano abrazando todo mi cuerpo. Dejarme caer sobre un colchón de agua cálida y saber que la vida me impulsa hacia arriba, que respiro, que floto, que tengo fuerzas suficientes para nadar y seguir a flote. Cansarme, extenuar el cuerpo, limpiar la mente, recargar con su energía azul la batería del vivir. Parar el pensamiento y sentir. Necesitaba ese abrazo vital, antiguo, vibrante del océano. Ese agua que limpia las heridas, y se lleva al fondo fondo, hasta mutarlo completamente, todo lastre, todo peso que entraña el vivir.

Gracias, océano, por tu abrazo.

martes, 5 de marzo de 2013

Wild is the wind

Nina Simone  Wild is the wind

            ...Y no puedo parar de escuchar esta canción, y no puedo dejar de perderme en esa aterciopelada y gravemente acariciance voz...

http://www.youtube.com/watch?v=CiVDzTT4CbE 

(1957) Compositores:Dimitri Tiomkin, Ned Washington

Love me love me love me
Say you do
Let me fly away
With you
For my love is like
The wind
And wild is the wind

Give me more
Than one caress
Satisfy this
Hungriness
Let the wind
Blow through your heart
For wild is the wind

You...
Touch me...
I hear the sound
Of mandolins
You...
Kiss me...
With your kiss
My life begins
You're spring to me
All things
To me

Don't you know you're
Life itself
Like a leaf clings
To a tree
Oh my darling,
Cling to me
For we're creatures
Of the wind
And wild is the wind
So wild is the wind

You...
Touch me...
I hear the sound
Of mandolins
You...
Kiss me...
And your kiss
My life begins
That is spring to me
All things
To me

Don't you know you're
Life itself
Like a leaf clings
To a tree
Oh my darling,
Cling to me
For we're creatures
Of the wind
And wild is the wind
So wild is the wind

Wild is the wind
Wild is the wind
Wild is the wind

 

Menguante

Así me encuentro este martes de inicios de marzo: menguante. Y menguante, aparte de ser una de las fases que mes a mes atraviesa la luna en su marcha danzante alrededor de la tierra, es un estado de introspección, de mirar para adentro, de ir desapareciendo en las oquedades del propio ser, sumergirse en marañas de incertidumbres, en nieblas y espesas tinieblas, en la terquedad de querer respuestas y en la impaciencia de esperar para obtenerlas... Menguar y desaparecer, para volver a renacer, con nueva luz. Descenso a los infiernos, persecución ardua del dragón o de varios dragones...

Gimnasia de optimismo. Correr y agarrarme a un rayo de sol. Morirme de risa o anegada en llanto.
Dejar pasar el tiempo, respirar, caminar, caminar, conjurar fantasmas, invitar a marchar de viaje a la tristeza, salir de la espiral del malestar. Gimnasia del pensamiento positivo.

Sí, sí, sí, pero estoy menguante, doliente y menguante. Así, me diluyo en este instante, y no deseo otra cosa.