sábado, 31 de mayo de 2014

Hoy amanecí con nostalgias. Nostalgia de lugares. Nostalgia de personas. Recuerdo la pequeña casa en Guarne que pintamos de amarillo y que arrendé aquel tiempo; recuerdo cada uno de sus rincones y cómo fue cambiando desde que comenzaste tu a vivir en ella. Cambió el espacio, y cambió mi vida. Qué manera de amarse. Otro recuerdo matutino han sido aquellas copas de vino hasta la madrugada en la Latina escuchando en aquel lugar la música The Cure. Yo quería querer y ahí apareciste tú, enganchado a la emoción del principio de comenzar relaciones. Amor romántico en su máxima expresión, casi un cuento de hadas con viaje a Florencia.  

Más bien no son nostalgias… son recuerdos que afortunadamente ya no duelen… en este mosaico de pequeñas piezas que es mi vida.

domingo, 25 de mayo de 2014

Y el mundo se paró en ese instante.
Todos los ojos despistados se volvieron hacia ti
y comenzaron las preguntas.

Nunca he sentido tanta angustia

He aprendido a relativizar
y a colocar en el centro lo importante
a dejar de perder el tiempo en estúpidas esperas
a no dispersar más innecesariamente mi energía.

El mundo se paró en ese instante,
vacío absoluto.
Continuó la respiración, la vida, pero tú no estabas.
No sabíamos dónde estabas.

Nunca he estado tan cerca de perderme en el dolor
y no encontrar la salida.

Acaricié el más profundo desconsuelo, el desvarío
en la posibilidad de tu pérdida.

El mundo se paró en ese instante.
Doy gracias porque pudo ponerse de nuevo en marcha.


miércoles, 21 de mayo de 2014

Tengo encogido el corazón. Se me queman las tripas de angustia. Ayer revolvía tu habitación buscando pistas para saber dónde hallarte, para recuperarte…
Encontré bajo tu cama una caja con libros, muchos de ellos te los había regalado yo a lo largo de los años, aquéllos en los que todavía te gustaba leer. Siento que te pierdo. Ahora estás perdida. Te estamos buscando. Estoy muriendo en cada minuto de espera.
Encontré muchas cosas,  dolorosas para una niña de 14 años, porque para mí sigues siendo una niña, aunque la legislación española diga que a partir de los 13 años puedes tener relaciones sexuales sin ningún problema.
Pasan los minutos. Dónde estás y qué estarás haciendo, con quién. No puedo evitar que la mente se me vaya a pensar cosas terribles, y que se me siga encogiendo el corazón. ¿Qué no he visto, qué no hemos hecho, cómo has llegado a este punto? Vuelve, dime qué necesitas, cerca o lejos nunca he dejado de quererte. Vuelve. Te ayudaré a pegar los trocitos de tu vida.
No me perdono que te hayas ido convirtiendo en casi una extraña para mí. En tu habitación encontré retazos de ti y partes ajenas a la niña que yo conocía. El tiempo ha pasado y tal vez no he estado a la altura. Vuelve. No todo está perdido. Cuando te abracé el viernes sentí a esa niña pequeña y preciosa, por más que te maquilles, te tiñas el pelo, vistas ajustada o no quieras ir al instituto.

Vuelve. No hay familia perfecta, pero te queremos. Te quiero.

viernes, 9 de mayo de 2014

Cada mañana

Cada mañana la vida se impone con fuerza. El sol va saliendo poco a poco pero imparable, hasta alumbrar el día. Todo se pone en movimiento. Los pájaros pían y cantan, los árboles y las plantas siguen creciendo, brotando. Despertamos y comienza un nuevo día, bonito, brillante a estrenar. Prácticamente ya escrito. Lo tenemos lleno de cosas que hacer. ¿Cuánto espacio hay para que llegue algo inesperado, para la sorpresa, para lo nuevo? Cuando despierta el día es como si estuviera por escribir, como un hermoso papel coloreado en blanco. ¿Cuánto espacio dejamos a la vida?, ¿cuánto nos dejamos llevar? A veces el mero hecho de no llenar el tiempo, de tenerlo ahí delante desplegándose sin más, sin planes prefijados de antemano, nos agobia. Nos zarandea tanto espacio en blanco. En lugar de disfrutarlo queremos llenarlo, decimos "aprovecharlo". Y la vida pasa. Y todo momento tiene su sentido, todos están llenos hasta pueden estarlo de vacío, y no son momentos perdidos. Estamos en una sociedad de lo inmediato y de lo lleno. Todo debe llegar rápido, y todo el tiempo (que construimos en forma de agenda) debe estar lleno. No se propicia el tiempo de ser y estar, el tiempo de reflexionar, el tiempo de mirar para adentro y descubrir, el tiempo sin tiempo. Estamos más en el hacer, y mucho más, en el tener y en el acumular. Con prisa, intentando llevar ventaja al tiempo, pensando que no se nos va acabar y olvidamos quiénes somos y dónde estamos; pasamos de puntillas por el ahora. Cada mañana la vida se impone con fuerza. Respírala, y vívela cada instante. Fluir.

viernes, 2 de mayo de 2014

La imagen definitiva

La imagen definitiva. Me vi montada en un tren a toda velocidad, casi sacando medio cuerpo por la ventanilla, mi pelo al viento, mirando cómo te dejaba atrás, cómo mi tren pasaba y tu estabas fuera de él, a un lado, estático, inánime, mirando. Mi tren pasaba veloz y cierto, y tu quedaste atrás, cada vez más lejos, más pequeño, hasta desaparecer. Y el corazón pesaba menos.

Mil soles

La vida está ahí para aprender, y crecer. Todo lo que nos pasa encierra un aprendizaje para quién lo quiera ver. Pasado el cabreo, la decepción y la desilusión, con un poco de perspectiva es bueno revisar lo vivido y apreciar esas señales que no vimos, reconocer esas voces internas que quisimos acallar, y vernos desde fuera, como una actriz realizando su papel, con sus luces y sus sombras. Y reír. Reírte. Quedarse con lo vivido y seguir adelante, con esa sonrisa radiante llena de mil soles y de luna.