miércoles, 15 de abril de 2015

Del nacer

Estoy de acuerdo en que son muchos y diversos los aspectos que afectan para que una persona lleve una vida más feliz que otra. Pero no tengo duda, de que en gran parte depende del nacer, de allí donde naces.

Una vez más, la vida vuelve a sacudirme con su cruda realidad. Y es que a la dureza y a la injusticia, al sufrimiento .... una jamás se acostumbra.

Del nacer depende que tengas apenas 50 años y aparentes 30 o aparentes 70; que tengas o no todos los dientes, que no tengas o tengas muchos hijos/as y nietos/as, que te coman los dolores o tengas acceso a fármacos para engañarlo, que tu vida tenga cierta calidad o casi sea una condena.

Pese a esto... no sabría decir quién es más feliz; la felicidad es individual, pero tener acceso a la salud, a la higiene, a la seguridad, a la educación, a la justicia sin duda te hace un ser humano más feliz, menos sufriente.

Y no es que nuestro modo de vida sea el mejor, ni mucho menos. Pero imagínate con 5 años, cuidando a tus hermanos de 3 y 2 años, yendo a por agua, sucia y descalza, durmiendo con animales y sobre el suelo, sin tiempo para jugar o soñar, vas a la escuela hasta los 12 años, malamente sabes contar o leer, y a trabajar, a ayudar en el campo o en la casa o en el cuidado de tus hermanos, hasta que te quedes embarazada y en el mejor de los casos te cases, y comiences a tener un niño tras otro... y generación tras generación apenas nada cambia.

Y del nacer.... paso al sonreír y al reír, al dar y recibir las gracias. Las personas, en su inmensa mayoría, son bonitas.


domingo, 12 de abril de 2015

De nuevo en danza... Guatemala

Una semana ya en Guatemala. Llegada al aeropuerto tras un largo viaje. Nos espera el transporte para llevarnos a nuestro destino. 

Me llama la atención que prácticamente todos los coches llevan las lunas tintadas, incluida la de delante. Los buses, o camionetas como las llaman aquí, son preciosos, grandes, brillantes, llenos de colores y sueltan humo muy gris de los tubos de escape. 

Es verano, hace buen tiempo, hay muchos árboles y flores.

Y me siento abrazada, constantemente abrazada por montañas y volcanes enormes que pueblan esta tierra de curvas. La tierra tiembla, respira, es voluptuosa.

Colores vivos. Gente amable, bajita, de hermosos cabellos, dispuesta, alegre, servicial, muy linda.

Cada vez que levanto la vista al horizonte ahí está la tierra, desafiante y altiva.

Otra vez, la vida nos ha traído aquí, a trabajar desde la creencia en el cambio, en la cooperación entre los pueblos y desde el respeto de la diversidad, y las convicciones de igualdad y justicia global.

Somos uno y parte del todo, y así, conectados como estamos, la diferencia hace el cambio.

Me gusta Guatemala. Me alegra haber vuelto a dar el salto al bello continente americano. Cientos de recuerdos de otros viajes acá, de lugares, comidas, gentes .... y lo vivido.

Contenta doy gracias, una vez más.