Todo tiene su momento. Ahora el momento, es el momento de la despedida. Todavía quedan días, pero lo vivido es tan intenso, que la despedida debe comenzar ya, poco a poco, de forma interna, cuidadosa.
Y la vida, la vida es tan hermosa, merece tanto la pena, que te lleva una y todas las veces que haga falta, a puntos similares para que vivas, te equivoques y aprendas. La vida, mi vida, crece, se expande, se anuda, se teje, vuela o corre o bien se está quieta, muy quieta, observando. En este instante preciso de la mañana, observo por la ventana. Veo el hospital, las motos que van y viene trayendo pacientes, veo a las enfermeras y a los enfermos, veo el verde de los árboles y de la hierba, el gris del cielo con nubes, la tierra roja. Y me siento viva, muy viva.
Hay veces que veo tus letras inflamarse a son de tu respiración.
ResponderEliminarTambién es momento de reencuentro... de avanzar y cerrar círculos, y volver sabiendo lo que se ha crecido y aprendido en el camino.
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