A esta hora de la mañana, pasadas las 8.30 entra el sol de
marzo por la ventana, brillante, rabioso de vitalidad. Ilumina el comedor
colorido de naranjas y telas africanas. Escucho música brasileira, a contraluz
las motitas de polvo danzan, danzamos y el día comienza alegre y echando de
menos lugares y personas, que quedan retratadas en las fotos y tatuadas en el
corazón.
Africa on your mind....
ResponderEliminarSí.. toda aquella tierra y todas sus gentes.. :-)
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