Se va cuajando ya esta despedida. Otro ciclo que está
acabando, de los muchos que he abierto y he cerrado a lo largo del tiempo. ¿Y
qué es si no, la vida? Ligera de equipaje, esta vez regreso ligera de equipaje.
Del físico y del otro, que parece que no está pero pesa igualmente por dentro y
va haciendo que los pasos sean más lentos, que se vaya curvando la espalda, que
falten las energías y que la ilusión mengüe…
Con la tristeza del
cierre se entremezcla la ilusión de lo por venir. Salgo a la terraza a llenarme
de este sol y esta tierra de la que me voy a despedir, oigo los niños en el
colegio de al lado y las briznas de cenizas siguen girando y girando. Otro
camino, más caminos y mi mirada más plena.
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