viernes, 18 de febrero de 2011

La comuna de Montañita

Llegó el extranjero, como otras miles de veces, a un lugar con proyección para hacer negocio, a un país con turismo creciente, a una playa surfista y de moda, y a un pueblo chiquito y, desde hace unos cuantos años, acostumbrado a los turistas, extranjeros y todo lo que ello conlleva.
Llegó, compró tierras, y a pie de playa, montó un super hotel-discoteca, que quería inaugurar este sabado con una fiesta de lobos y corderos... vaya usted a saber qué es eso exactamente...
Llegó con el dinero y con las ganas de hacer su voluntad, por el bien de la gente del pueblo.
Esa mañana, los altavoces de la comuna de Montañita, sonaban, haciendo un llamamiento a sus pobladores para que fueran todos a quejarse enfrente del negocio de este señor extranjero, que había contratado unos camiones de piedras gigantes, para tapiar el trozo de playa delante de su super garito, privatizarlo para sus fiestas, sin autorización, saltándose la legalidad y sobre todo el derecho de la gente a disfrutar de la playa, y que la playa, no pertenece a nadie.
Unas 20 personas del pueblo, y algunos extranjeros fueron a quejarse. Detuvieron los camiones que ya estaban en la playa, algunas piedras ya estaban en ella. Llegó la policia a defender al extranjero, parece ser que un DJ retirado y millonario y con una pinta de mafioso, que decia desde su alta estatura que sobresalía sobre toda la gente, que él solo queria el bien de la gente. La gente le chillaba, los líderes comunitarios hablaban con él, y al menos se consiguió que no cercase la playa, que dieran marcha atrás esos camiones, y que prevalieciese la voluntad de los pobladores originarios, que no se cierran al progreso y a las inversiones ni a los extranjeros, pero que no quieren que les pisoteen y no se dejan comprar por dinero.
La comuna de Montañita, en este pueblo de la costa del Ecuador, turístico y en crecimiento, sigue funcionando desde su fundación en 1938.
Qué bueno comprobar que hay gente, comunidades, poblaciones que hacen valer sus derechos.