sábado, 11 de octubre de 2014

Una llamada


Es una llamada

La llamada a los fieles musulmanes para orar

Para orar a un dios desconocido para mí

Esa llamada de varias veces al día, más bien, la voz que entona esa llamada

Me toca por dentro

Toca una fibra, un filamento interior mío

Que me invita a unir mi voz con esa voz

Esa llamada toca algo mío, inconcreto, intangible, íntimo, prácticamente desconocido

Esa llamada me estremeceLa llamada a la oración

El despertar de algo inconcreto pero ligado a una dimensión trascendente

Es la llamada a la oración

Y mezcla, mestizaje, pienso en antepasados muy, muy lejanos y en la sangre del sur que siento que de mí tira

Raíces de sur

Andaluza, extremeña, gitana, mora, mujer, ser humana.




sábado, 4 de octubre de 2014

El Aid al-Adha


Abro la ventana. Llegan los sonidos de la calle, coches, un gallo, niños… y el balar de los corderos. En estos momentos, o en los que precederán, millones de corderos serán sacrificados en los países musulmanes. Son las Fiestas del Aid, la Fiesta del Cordero, la mayor festividad de los musulmanes.

Por primera vez en mi vida me pilla cerca, tan cerca que si voy a la cocina, puedo escuchar a los vecinos de al lado, preparando un lugar en la escalera común, para matar a sus corderos. De momento se oye el balar nervioso de los animales que saben, que está próxima su hora.

 

Los vecinitos de al lado, también están ahí; esos niños y niñas jugaban con los corderos blancos antes de ayer.



Si miro por la terraza, veo otra familia, que en la azotea de su edificio, están también preparando todo para sacrificar el cordero.

Y siguen y siguen balando, entran sus sonidos por la ventana, junto al de los coches, al de la lluvia… Y en un cierto momento, quedará todo en silencio.

Las familias se juntarán, comerán prácticamente hasta reventar, compartirán, se harán visitas entre ellos y lucirán sus mejores galas. Son 4 días de fiesta en los que se para el mundo musulmán.

Los corderos han alcanzado precios desorbitados.. de 400 a 700 euros aproximadamente.... más que lo que cobra mucha gente mensualmente por su trabajo. Los de los campamentos vienen de Mauritania, delgados y casi famélicos tras el largo viaje por el desierto. Los de Argel, están más gorditos. Quiénes no puedan comprar un cordero... matarán una cabra. Hay una muy reducida minoría que no celebra esta fiesta con sacrificios.

Entra el aire fresco por la ventana. Se siguen oyendo balar a los corderos. Hoy es día de fiesta.

 

Blanco y sangre.