martes, 15 de enero de 2013

Hoy es una ocasión especial

6.30. a.m  Entra la luz clara por la ventana. La gata y los cuatro gatitos recién nacidos que comparten la habitación conmigo, no me han dado mucha guerra esta noche. Hoy martes voy a estrenar el conjunto que me hicieron ayer, una falda y una camisa de tirantes, hoy mismo, es un día especial, ¿a qué esperar? Nos pasamos tal vez la vida esperando, esperando, esperando, sin aprovechar el presente, pensando en el fin de semana, cuando cada día es único, diferente, no volverá y merece ser vivido con la mejor disposición de ánimo, con la mejor energía, con ganas,  independientemente de las cosas que sucedan durante su transcurso y que se escapen a nuestro control.
Salgo de la casa, kohl en los ojos, pelo desenredado y mojado, vestido nuevo, sandalias viejas. Camino y sonrío. Y a mi mente viene mi abuela... a la que tampoco le gustaba demasiado guardar y guardar cosas nuevas y no estrenarlas. ¿Por qué esperar a una ocasión especial, no es cada día una ocasión especial para vivir, para reír, para amar? ¿Por qué aplazar esas pequeñas cosas que nos hacen sentir bien, si están al alcance de la mano hoy, aquí y ahora? Hoy es una ocasión especial.

jueves, 3 de enero de 2013

La vida, te pone una y otra vez ante situaciones casi idénticas, esencialmente milimétricas, para que aprendas, y si no... te tocará vivirlas una y otra vez. Para aprender hay que equivocarse, valorar el error, pero repetirlo una y mil veces, es de idiotas o poco adaptativo, o podríamos incluso decir que tiene un toque masoquista o tal vez atrozmente ingenuo. Errar y aprender, volver a errar y volver a aprender.
¡Claro que el ser humano tropieza dos veces y más, con la misma piedra!. ¡Y lo que no acaba contigo, te hace más fuerte!. Pero hay lecciones que cuesta aprender mucho, y para las que hay que pagar un alto precio.

La vida, me vuelve a poner con distinto escenario y distintos personajes, en una historia similar a otras ya vividas. Pero ahora, cual aprendiz de bruja algo experimentada, urgo en mi mochila y busco los antídotos, soluciones, mejungues, cánticos y remedios para pasar por la historia sin dejarme la piel, y sin dejar que la historia me destroce el corazón. Cierro los ojos, miro dentro de mí, y sujeto con fuerza la escoba sobre la estoy montada, no importa la tormenta ni el viento fuerte que me zarandea...¡ adelante!

En el horizonte se recorta la luna.

miércoles, 2 de enero de 2013

Comienza una nueva andadura
que no es nueva realmente
cada año, propósitos nuevos
nuevos deseos
con la energía del océano,
con el horizonte limpio
comienza la tierra su giro insuante rodeando al sol
Gracias por otro año vivido
Gracias por otro año nuevo por vivir