martes, 25 de diciembre de 2012

Termina un ciclo vital, universal. Comenzará otro, más consciente, más positivo, más amable... En mí también comienza, son los deseos para el año nuevo, que hay que ir pensando y sintiendo para sembrarlos después.
Gracias por un año más, por lo aprendido, por lo vivido. Siento enorme gratitud dentro de mí, grande, grande, honda, profunda.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Siento rabia, de esa rabia que raras veces siento, cabreo, mucho, mucho. El bebe ya está muerto, eso ya no puede cambiar. Se fue y punto. Lo horrible, lo que me cabrea, es que hay alguien que ha causado directamente su muerte, un enfermero que ha inyectado a sabiendas, una medicación que sabía que estaba en mal estado, lo ha inyectado y el bebé ha muerto en el acto, con el padre delante. El padre pide explicaciones, intento compartir su dolor, también el de la madre que está tirada en la hierba llorando la muerte de su bebe (jamás me acostumbraré al llanto desgarrador de la pérdida) ... una muerte, al fin y al cabo, es una muerte pero jode más cuando sabes que ha sido causa directa de una negligencia, de alguien que se dedica a la enfermería, que debería tener precaución porque tiene en sus manos literalmente la vida de los demás,que se la confían, para que la cuide... Administrar un tratamiento negligentemente, como si nada, y que no se te caiga la cara de vergüenza delante del padre que viene a pedir justas explicaciones de la muerte de su bebe, y encima decir que sí, que el inyectable, si que le pareció que estaba raro,que parecía en mal estado, que después de administrarlo iba a preguntarle al médico, después... pero lo administró tal cual y se cargó al bebé. ¿y ahora? siento rabia, mucha rabia, porque el tio está como si nada...

No lo entiendo, no lo entiendo, no es un error médico, es un que no te importe nada, que no te importe nadie, que no se te remueva nada por dentro, es insensibilidad, es indecencia, es que eres un ser indigno.

Intento superar la rabia, pensando en cómo se sentirá él sabiendo lo que ha hecho, si es que llega a sentir algo, pero si lo siente... si siente algún remordimiento, será ya castigo suficiente en vida. Eso, y que no volverá a trabajar en este hospital.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Tengo mi tristeza siempre ahi

Nacemos y morimos solos, son procesos que sólo nos competen a nosotros mismos. Hay días en los que esa misma soledad se hace tan patente que hasta casi se puede tocar. Es en esos días en los que de repente comprendes, que en el fondo, fondo sólo te tienes a tí...que tu casa eres tu, tu abrigo eres tu y que más te vale llevarte bien contigo, con ese cuerpo, tu cuerpo, con esos miedos, tus miedos, con esas debilidades y esas fortalezas, que son tuyas, tan tuyas, tan propias...

¿Cómo definir la tristeza? sin duda la tristeza es de color azul. ¿Un proceso bioquímico, una ausencia, un malestar existencial?  Un hoy no me hallo, un ¡ay! que se me escapa una lágrima sin querer, el amago amargo y consolador del llanto... un no sé qué me pasa pero sé que me pasa algo... Compleja emoción

La soledad, siempre vieja amiga y siempre nueva al mismo tiempo, ese idilio necesario y difícil con ella, esa amalgama sola a la que tender a regañadientes hasta estar a gusto en su regazo...

"tengo mi tristeza siempre ahí, escondida poniéndose guapa, y cuento con ella para que me sepa guiar más allá de ti, más de mi..." Tristeza de Iván Ferreiro http://www.youtube.com/watch?gl=ES&v=H-cAgnZPago&hl=es

jueves, 13 de diciembre de 2012

Luna nueva, luna negra, luna roja.

Luna nueva, luna negra, luna roja. Con la pesada gravedad de la tierra, me siento masa física, cuerpo redondo... Gravedad, somnolencia, fuerzas de atracción al centro de la tierra, grávida, lenta, profunda, hacia dentro, ensimismada, letárgica, esférica, oscura, sin fondo, silenciosa, lejana, enterrada en mí, uraña, metales, tierras, montañas, cuevas, sinusosa, no es desierto, es tierra profunda, pesada y viva, guiada por las raices ancianas que penetran la tierra, dolores antiguos, soy, estoy, plena conciencia de materialidad, de mi materialidad. Luna nueva, luna negra, luna roja. El centro de mi cuerpo, el vientre, es el vientre mismo de la tierra. Materia, quiero hacerme un ovillo, dormir, sangrar...y comienza de nuevo otro ciclo, otra danza, otra luna.

martes, 4 de diciembre de 2012

Los cuerpos en danza y el espejo

Nunca había visto algo igual. Situación: un garito, un pub, una discoteca, no importa el nombre, un lugar donde haya música y una pista para bailar. Bien, aquí por lo general las paredes que rodean la pista de los sitios para bailar tienen espejos, pero no es sólo una cuestión estética o de adorno para mirarte el estado del maquillaje a una cierta hora de la madrugada, sino que realmente cumplen una función.
Mientras habitualmente la gente baila, mira al corrillo de amigos, se intercambia unos pasos de baile, o bien baila y mira a la demás gente, o se concentra en su baile y sus historias, copa en mano...
Aquí la gente baila, pero mientras baila se mira, y se remira, se autohipnotizan mirando su propia imagen en el espejo, los movimientos acompasados con la música, ahora la cadera, ahora la cintura, ahora muevo los pies, ahora los brazos, y me miro y me remiro, observo mi cuerpo moverse, me embeleso, no me interesa lo que me rodea, sólo presto atención a mi propia imagen en danza que me ofrece el espejo. Y así, mucha gente, baila, baila consigo misma, como en un curioso juego de seducción a uno mismo, como en completo éxtasis con la autoimagen, valorando cada gesto, cada movimiento, corrigiendo, deleitándose en la forma de bailar... ajenos al bullicio, a la demás gente que baila en la pista, no importan... Como en un ensayo para una gran coreografia o como entrenándose para el debut de una pieza de baile... Cadera, contoneo casi inverosímil de los glúteos, movimientos lentos y estudiados de hombros, los brazos, los muslos, los repito y me miro, me miro y me embeleso, me encanta lo bien que bailo, y lo que no me gusta lo ensayo hasta que me sale bien... Ahora cadera, ahora cintura, ahora...somos el espejo y yo.