jueves, 1 de marzo de 2012

Shame

Ayer fui a ver esta peli con un amigo, menudo momento ese, el cine vacío casi, con tres personas únicamente sentadas, en el que un señor mayor se sentó justo detrás de nosotros, y venga toser, venga comer caramelos, venga gruñir y lo peor, en mitad de la película, en un momento tenso, tenso, va y se tira un pedo. Sin comentarios, casi imposible contener la risa.

Esta película "Shame" de Steve McQueen, aparte de presentar muchas veces el cuerpo desnudo del actor protagonista (Michael Fassbender) que está muy, muy bien, y múltiples escenas fuertemente sexuales pero nunca grotescas, nos muestra un personaje con problemas internos a los que quiere desesperadamente dar solución o por lo menos, conjurar unos minutos para que no muerdan más, a través del sexo.

Tiene una terrible incapacidad para sentir, para vincularse afectivamente, está vacío, insondablemente vacío. Su estar en el mundo es a través del sexo en sus múltiples formas, pero doloroso, vacío y perturbador, enfermizo incluso. Está tan metido en esa dependencia, en ese mecanismo malestar-sexo, que incluso cuando surge la oportunidad de poder vincularse, sentir, cuidar, que le cuiden.... en definitiva, de amar, no puede, ya no.

Qué triste, y qué común en estos días.

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