domingo, 14 de noviembre de 2010

Mi pequeña

Te echo de menos. Tu voz por el teléfono no suena igual. Se están perdiendo cosas.... siento. Te echo de menos, mi pequeña, no ya tan pequeña. Me estoy perdiendo tu crecimiento, tus dudas, tus emociones, tus alegrías y tus tristezas. Siento que me he convertido en un recuerdo y en una voz que de vez en cuando escuchas por teléfono. No me puedo creer que ya no quieras sembrar semillas, verlas crecer en tu ventana o en el balcón de tu casa, por más pequeños que éstos sean. Estamos lejanas, demasiado. Estás creciendo, avanzando hacia la pubertad, la adolescencia, dejando atrás demasiado deprisa la niñez. En mi corazón sigues siendo mi niña, mi pequeña semolita, risueña, con grandes ojos celestes, inquieta, curiosa y llena de vida. Te echo de menos mucho, y no sé cómo hacer para no convertirme en un recuerdo, en la tía extraña que vive lejos. Por favor, no pienses nunca que de cierta forma te he abandonado... siempre estoy aqui. Pero ahora, no sé cómo hacer para llegar a ti en el momento justo, en la tristeza precisa... No te preocupes, encontraré el camino porque nunca se ha perdido ese vínculo que me enlaza a ti pese al tiempo y la distancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario