sábado, 14 de abril de 2012

Nudos

En el alma hay nudos, rincones oscuros, sentimientos atrancados, vivencias que necesitan llorarse o contarse para que reposen tranquilas sin herir. Los nudos pesan, comprimen, no dejan circular la energía vital como se merecería, como nos mereceríamos, nos obstaculiza, nos paraliza, nos encabrona.
La vida, el pasado, el día a día, va dejando poso, va dejando marcas, huellas y a veces, se va anudando y el hilo se hace un ovillo intrincado y difícil... nadie nos habla de ello, nadie nos muestra cómo deshacer los nudos.
Y ahí vamos viviendo, con una gravedad y un peso que no nos permite disfrutar del día a día, del presente que vivimos, y no vivimos realmente, sobrevivimos o malvivimos, sin darnos cuenta de que nuestra vida es lo único que verdaderamente nos pertenece y que ésta, ésta es finita.

A veces hay que pararse a mirar, mirar por dentro y ser sincero y querer ver, que tenemos nudos, y que de una u otra forma es responsabilidad propia el deshacerlos.


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