martes, 15 de julio de 2014


Es precisamente esta hora que me reservo para mí. Alguien me dijo una vez que mi hora del día era el amanecer, la mañana, que estaba más guapa... pero yo siempre preferí el caer de la tarde.
Es en verano cuando adoro mirar al horizonte y ver marcharse el sol, entre nubes o majestuoso y solo.
Es la hora en la que los pájaros se acercan a beber a la piscina, la tierra descansa, las plantas y árboles respiran tras una jornada de ardiente calor.
Hoy hay nubes en el cielo, los aviones dejan su surco y los pájaros cantan.

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