sábado, 19 de abril de 2014

El cauce

El cauce de un río, naturalmente no cambia. Quiero decir que siempre que llueva, siempre que haya agua y el cauce se llene, irá hacia una dirección, a desembocar a otro río, finalmente al mar.
Cuando se quiere cambiar el cauce de un río, debe introducirse una fuerza externa, llamémosla mano humana, que lo redirige y modifica.
Así en la mente, los pensamientos que se despiertan ante un mismo estímulo, emoción, sensación, son los de siempre, son caminos trillados y fortalecidos que han recorrido una y mil veces tus neuronas, acción y misma reacción, caminos que, como los cauces de los ríos, son difíciles de modificar. Ello requiere una fuerte voluntad, mucho trabajo, caer, caer, abrir los ojos, trabajar duro, cambiar el cauce, para que atraviese otros lugares, fertilice otras tierras... Voluntad fuerte y determinación, quiero dejar atrás esa forma en la que he estado siendo.

1 comentario:

  1. A fuerza de andar los mismos caminos parece que no hay otros, los pies van solos, el camino es fácil. Pero el ser humano es impresionante, con unas capacidades extraordinarias...

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