jueves, 12 de agosto de 2010

Cuando te miro

Mariposa, mariposario Manizales, noviembre 2009
Te miro, te observo, pongo mis ojos y la intención en ti. De repente me miras, correspondiendo mi mirada con esos hermosos ojos. Desvio la mirada y la centro en otra cosa, no quiero evidenciarme más. Me miras, noto que me estás mirando y te dedico una mirada desinteresada, o no tanto. Por unos segundos nuestras pupilas quedan fijas, conectadas en un punto, en un instante intenso que rápidamente desaparece. Como mariposas, las pestañas se mueven, se entrecierran los párpados, y el instante, como el volar de un colibrí, rápidamente desaparece. Pero las miradas dejan un poso, una marca, como una señal en el alma, como si cayera una gota de agua en un desierto de arena... Cuando te miro, y me miras, ese leve instante me estremece, y casi, casi puedo notar que con tu mirada me acaricias.

6 comentarios:

  1. ¡Ole, ole y ole!, esto si es una Fiesta Nacional, la pasión a la lectura con la que nos dislumbras en tu mirada y, como no, en el buén camino que nos llevas a todos los asiduos/as al mismo, la verdad que llevas un buén camino y una buena mirada, gracias a tu blog de caminos y miradas. ¡¡Felicidades por este post!!.
    Un saludo Lorena.
    Francisco José Martínez Parrilla

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  2. Hay miradas que miedo te dan y otras seguridad,
    hay miradas que pueden cambiar tu forma de pensar,
    y otras tu vida transformar.
    Hay miradas que te pueden encantar,
    y otras que te pueden asquear.
    Hay miradas que reemplazan el hablar,
    pero otras tendrían que comunicar.
    Hay miradas que anhelo con pensar,
    y otras que me gustaría evitar.
    Encantado quedé por tu mirada,
    por primera vez anhelé tanto acariciar,
    tus labios que me invitan a besar,
    pero hoy todo lo veo como un pensar,
    porque tan solo te puedo mirar,
    y tampoco puedo actuar.
    Ahora tu mirada me hace desear,
    alejarme y como no.... regresar,
    a aquel lugar que creo es mi hogar,
    ya que para mi tu mirada es de contemplar.
    Te lo dedico.
    Espero que te guste.
    Un saludo Lorena.
    Francisco José Martínez Parrilla

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  3. Gracias Lore, porque necesitaba leerte, mirar los sentimientos que dejas en las esquinasde tus letras. Saberte aquí, en mis pupilas, como antes. Como siempre
    No hay nada como un sentimiento contundente para dejar escritos tan hermosos.
    V

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  4. Si, ¿y tus las lágrimas que se me saltan?. Es emocionante, me parece como un reencuentro.

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