miércoles, 11 de agosto de 2010

¿Por qué las niñas siguen jugando a acunar bebés?

Caterine tiene 6 años. Hoy estaba como de costumbre zascandileando por la sala con su hermanita mientras su madre atendía al taller de capacitación. Caterine llevaba dos muñecas bebe, tipo nenuco, un poco sucias, y las dos pelonas con unas cintitas en la cabeza. Una de las muñecas es de ella y la otra de la hermana. Caterine le pone a la suya una chaquetita de ella que le queda un poco grande, y comienza a acunar a las dos muñecas, cada una acomodada en un brazo. Las abraza, las canta, las acuna. Y he recordado súbitamente cómo yo también de niña tenía un nenuco, un muñeco bebé pelón, que cuidaba como si fuera mi bebe. Ha venido a mi mente, muy nítida, aquella imagen e incluso la emoción de aquel viaje en navidad al pueblo de mi madre. Mi tia hacía unos meses que había dado a luz a mi prima y nos regaló a mi hermana y a mi la ropita que ya le quedaba pequeña a mi primita, para nuestros nenucos. Recuerdo aquel viaje de vuelta a Madrid y aquel desespero emocionante por llegar a casa y probar esas ropas a mi nenuco, por vestirlo de verdad, con ropita de bebe, ponerle patucos, bodys y esas cosas. Mientras miraba a Caterine acunar a sus bebes, me he preguntado si ella querrá tener hijos de mayor o más bien, si para ella el no tenerlos también será una opción válida. Yo no recuerdo si de niña entre mis sueños estaba el tener hijos, y si lo estuvo, qué pasó para que eso ahora no esté ya tan claro. ¿Hasta qué punto es la llamada de la naturaleza o nos educan desde la infancia con el ideario de ser mamá, de cuidar, cuando somos tan, tan pequeñas aún? Y ese jugar a mecer bebés, alimentarlos, vestirlos como si fueran de verdad, hasta qué punto nos determina a desear tener hijos en el futuro, a ser madres, a que haya seres que cuidar, que dependen de nosotras. Todavía no he visto a un niño jugar a eso, y no sé por qué las niñas jugamos y a día de hoy siguen jugando a ser mamás. ¿De dónde viene esa elección? ¿Es una elección en realidad? ¿Cuándo se romperán los esquemas sexistan en los juegos, en la educación, en la vida?
El hecho de que Caterine, de 6 años, una niña,  juegue a acunar en sus brazos a un bebé de juguete, así como también hice yo, me ha dado mucho que pensar hoy.
Nenuco

3 comentarios:

  1. Esto, bajo mi punto de vista, es instinto maternal, que, por desgracia, con toda sutileza la llevais a cabo todas las mujeres, no solo en la infancia, sino algunas también adultas, es cierto que los hombres no nos hemos iniciado a ello, y por ello menciono anteriormente por desgracia, no solo porque es un mundo muy bonito al cual se deberían de iniciar tanto los hombres como las mujeres, sino porque sinceramente a ningún chico en su infancia, ni siendo adulto, ha realizado ello, y deberían también de iniciarse a ello, aunque sinceramente, bajo mi punto de vista, a mi me daría igual tener instinto maternal, ya que a pesar de ser hombre, tengo corazón de mujer, y, por eso, estoy de acuerdo en lo que comentas.
    Un saludo Lorena.
    Francisco José Martínez Parrilla.

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  2. Tu mamá pone con una sonrisa preciosa una muñeca en tus manos cuando tan solo eres una enana de tres años. Piensas, algo malo no tendrá que ser cuando mamá está tan contenta. La vecina te ve y dice: ¡Qué muñeca tan bonita!, a ver como la duermes. ¿le has cambiado los pañales?". Piensas: "vamos bien, esto mola". Y tu papá te dice "¡Qué bonitaaa! ay que guapa es mi niña".
    Observas como se hace, te refuerzan constantemente y te regalan unos vestiditos preciosos.
    Si no recuerdo mal Rousseau decía algo así en la parte dedicada a la educación de las mujeres con respecto a la costura. Si es como un juego lo aprenderrán mejor.
    Así aprendemos a ser cierto tipo de madres y padres, a perpetuar los roles machistas, a llegar un día en nuestra edad adulta, mirarnos al espejo y ver a nuestras madres reflejadas en él; con sus aciertos y con sus miserias. Prolongando la rueda que las ha esclavizado y que las sigue esclavizando a una forma de dominación sutil y brutal.
    NO es un alegato contra la maternidad, es poner de manifiesto una realidad muy dura, el trasfondo de los juguetes infantiles y el tipo de maternidad y paternidad de esta sociedad patriarcal.
    ¿Quién se va osar poner una muñeca en manos de un niño?. Que yo sepa, traer una vida siempre fue cosa de dos.

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  3. Cuánta razón tienes... abramos bien los ojos... :-)

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